La política pública que he analizado es el Plan de Igualdad del Consejo Superior de Deportes, organismo autónomo dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, que es el organismo donde trabajo.
El Plan de Igualdad del CSD se configura como un plan o estrategia en el ámbito de la igualdad de género, y tiene por objeto corregir las desigualdades existentes en la práctica deportiva entre hombres y mujeres.
La información estadística disponible presenta grandes diferencias en la práctica deportiva de mujeres y hombres, lo que evidencia la existencia de roles y estereotipos de género que la condicionan. Por ello, se consideró imprescindible elaborar un diagnóstico de situación que mostrara con claridad cuál era el punto de partida, se identificaran los problemas y debilidades, y se propusieran actuaciones para su corrección.
El ámbito de discriminación sobre el que actúa la política es la igualdad de género en el sistema deportivo español. Se analiza el nivel de participación de las mujeres en cuatro ámbitos fundamentales: el deporte federado, el de alta competición, el universitario y el escolar.
Las diferencias entre hombres y mujeres en el mundo del deporte, y fundamentalmente, en el deporte federado son muy acusadas. A modo de ejemplo solo mencionar que en el número de licencias federativas por sexo (año 2019), el 77% corresponde a hombres, frente a únicamente el 23% de mujeres; o que sólo tres federaciones de más de sesenta están presididas por mujeres.
El Plan contiene un diagnóstico que analiza la situación existente desde distintos puntos de vista: hábitos de práctica deportiva, presencia de mujeres no solo como deportistas sino en otros perfiles tales como entrenadoras y juezas, presencia de mujeres en puestos de responsabilidad en las organizaciones deportivas, así como el tratamiento y la presencia de mujeres deportistas en los medios de comunicación.
El Plan se aprobó hace aproximadamente un año y aún se encuentra en una fase inicial de su puesta en práctica por lo que no se puede hablar de impacto o resultados concretos. Desde hace unos años se está trabajando en el fomento de la igualdad de la mujer en el ámbito deportivo, y la elaboración del Plan de Igualdad es un paso más en esa política.
El objetivo principal es aumentar la presencia de las mujeres en todos los estamentos del sistema deportivo y contribuir a avanzar hacia una sociedad más igualitaria. Lo importante es identificar con claridad cuál es la situación existente, cuál el objetivo a alcanzar, así como definir y poner en marcha actuaciones que vayan orientadas a corregir y mejorar la situación de partida.
La corrección de los desequilibrios observados es una carrera de fondo, un trabajo a largo plazo, en la que se irán obteniendo resultados a medida que se implanten las actuaciones previstas u otras que se puedan identificar de cara al futuro, porque el catálogo de acciones previsto en el plan no está cerrado.
Como punto fuerte podemos señalar que cuenta con todos los elementos necesarios que debe tener una política pública. Se han definido con claridad los objetivos y las acciones a realizar; se han previsto indicadores que permitan medir su impacto y resultados; también se ha definido el papel que deben jugar los agentes implicados; y dispone de una planificación temporal para su implantación.
Como punto débil cabe destacar, fundamentalmente, que la responsabilidad de modificar las desigualdades entre hombres y mujeres en el ámbito del deporte no solo depende de la administración pública sino, y fundamentalmente, de una pluralidad de agentes: federaciones deportivas, medios de comunicación, deportistas y personal técnico, etc., a los que no puede imponer una actuación concreta.
La Administración Pública tiene una capacidad de actuación limitada en este ámbito, fundamentalmente su función se ciñe a actividades de fomento, a intentar dirigir la acción de los particulares hacia fines de interés general mediante el otorgamiento de incentivos diversos. A través de planes, programas, subvenciones, etc., se pretende orientar la actuación de todo tipo de entidades y de particulares hacia un objetivo de interés general, en este caso aumentar la presencia de las mujeres en todos los estamentos del sistema deportivo hasta alcanzar una situación igualitaria entre hombres y mujeres, pero esto no siempre se consigue y, en cualquier caso, es una política a largo plazo.
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